¿Residuo? No, recurso.

Generar mucho residuo o realizar un mal reciclaje puede traducirse en un incremento en nuestra factura. Y es que con la entrada en vigor de la Ley de Residuos, existe un canon de vertido que penaliza con 10 euros en 2019, y 20 euros a partir de 2020, la tonelada de residuos que se traslada al vertedero.

Sin embargo, si la acción de reciclar se realiza correctamente supone un ingreso para la entidad. Solo en 2018, la Mancomunidad de Mairaga recibió 103.000 euros por el reciclaje de 992 toneladas de papel y cartón (0,10 euros el kilo), y 171.000 euros por 560 toneladas de envases (0,30 euros el kilo).

“En cuanto al vidrio, no recibimos compensación económica, pero supone un importante gasto si se no se deposita en los iglús de reciclaje y se traslada al vertedero porque es un residuo muy pesado y se paga por peso”, aclara Pedro Leralta, presidente de la Mancomunidad de Mairaga.

En lo referente al residuo orgánico, si se deposita en el contenedor para materia orgánica, el marrón, se utiliza para abonar suelos y recuperar zonas degradadas, por lo que se transforma en un importante recurso. En cambio si se deposita en el contenedor de resto, va a para al vertedero y se paga por ello.

Asimismo Leralta destaca la “importancia de reducir mediante el reciclaje, la cantidad de residuos que vayan directamente al vertedero. Es responsabilidad de todos y todas realizar una correcta separación de los residuos y mantener un firme compromiso con el cuidado del medio ambiente”. Sin embargo, subraya, “el mejor residuo es el que no se produce”.